Voluntarios trabajando
El voluntariado no tiene mucha prensa, pero es una fuerza poderosa en favor de las mejores causas, desde la defensa de los derechos humanos hasta devolver dignidad a los pobres. El primer informe mundial sobre el voluntariado de la ONU encontró que hay 140 millones de voluntarios.
Generan bienes y servicios que los colocan como la octava economía del mundo en producto bruto.
Pueden ir desde organizaciones con presencia casi universal como Save the Children, Amnesty International, o Médicos sin Fronteras (los dos últimos Premios Nobel de la Paz), hasta tareas individuales.
Los ejemplos cercanos son innumerables y muy inspiradores. ¿Cómo puede un peluquero convertirse en un voluntario que mejora vidas? Joshua Coombes encontró el modo. Hace dos años fundó en Londres la “campaña para hacer algo por nada”, alentando a hacer pequeñas cosas por los demás.
Armado de su kit de corte de pelo recorrió Europa y EEUU, dando cientos de cortes gratuitos a personas que vivían en las calles. Mi experiencia es que les devuelve dignidad, dice Coombes, y se abren para compartir. A mí me hace vibrar, cuenta. En una playa de Florida dos niños fueron arrastrados por la marea, sus padres trataron de salvarlos y les sucedió lo mismo. En unos segundos se hizo una cadena humana con 80 voluntarios tomados de la mano que los salvaron a todos.
Un joven estaba esperando el metro en New York, tuvo un mareo y se cayó a las vías cuando el metro se aproximaba. Dos jóvenes se tiraron de inmediato para sacarlo, y todos los que esperaban se movilizaron con carteles, señales, y llamados para que el metro parara. Lo salvaron.
El gurú de las inversiones financieras Warren Buffett, que ha donado su fortuna a la Fundación Gates, volvió a hacer como lo hace anualmente su competencia: “hoy almuerce solo con Buffet y pregúntele lo que quiera”. Gana el que paga más por el almuerzo, haciendo una donación a instituciones de bien público. El que se ganó el almuerzo en el 2017, donó 2.7 millones de dólares.
Junto a las innúmeras campañas y gestos individuales están en plena ejecución programas de gran alcance.
Así en América Latina el caso de “TECHO”. Tiene por objetivo ir a zonas de pobreza extrema de la región (la misma ha crecido en los últimos años), y construye en 48 horas una vivienda pequeña pero digna para familias que viven en la precariedad, sobre pisos de barro, o papel, con techos y paredes frágiles. Ha hecho más de 100.000 viviendas en 10 años en 18 países. Reúne a más de 400.000 voluntarios.
En otra área, Médicos sin Fronteras se ha propuesto dar ayuda a los inmigrantes que huyen de África azotados por el cambio climático, y las dictaduras, tratando de llegar desde Libia, y otros puertos, a Italia. Se estima que este año fueron hasta la fecha más de 93.000 y serán hasta fin de año 200.000.
Objeto de un tráfico criminal, 2.000 de ellos se hundieron en el Mediterráneo. Pero los pequeños barcos de ayuda montados por la organización Premio Nobel, salvaron muchísimos, además de atender las epidemias en las barcazas. Junto a otras ONGs como Save the Children se estima que han realizado el 34% de las operaciones de rescate efectuadas este año. Ello a pesar de la hostilidad y el saboteo activo de grupos xenófobos.
¿Por qué siguen adelante los voluntarios? Una nueva investigación corroboró otras. El solo hecho de proponerse ayudar al prójimo, produce corrientes de felicidad en el cerebro. Como ha señalado la Biblia: “el que ayuda al otro, se ayuda a sí mismo”.
Integrante del Alto Comité Asesor del Informe ONU sobre voluntariado
kliksberg@aol.com
Fuente: El Universal
Link: http://www.eluniversal.com/noticias/opinion/voluntarios-trabajando_662743