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Más de 10 razones para viajar haciendo voluntariado

En este artículo encontrarás más de 10 razones y muchos otros beneficios de viajar haciendo voluntariado.

Al despertar hace unos días vi un email donde me preguntaban si podría escribir un artículo sobre las distintas razones para viajar haciendo voluntariado. Al inicio pensé que la "X" con la que empezaba el título del articulo sugerido representaba el número 10 en romanos, y mientras enumeraba en mi mente esos 10 motivos me di cuenta que no me iban a alcanzar los dedos de las manos para todos los motivos que tenía.

Luego de un rato (de lavarme la cara y despertar bien) me di cuenta que la "X" era un símbolo para referirse a múltiples razones y no al número 10. Así que he decidido hacer este articulo sin poner el clásico 3, 5, 10 o 13 razones para... Me saldrán las que me salgan, sin hacer que encajen en un número determinado.

¿Cuáles son mis razones para viajar haciendo voluntariado?

Ahorro:

La principal razón por la que viajo haciendo voluntariado es para ahorrar. Si lo que deseas es viajar de manera prolongada y no tienes mucho presupuesto, no hay nada mejor que hacer voluntariados para abaratar tu viaje. Si tu viaje es solo de una o dos semanas, personalmente te diría que disfrutes el poco tiempo que tienes y conozcas bien el destino elegido. Pero si no, esta opción te ahorra un 100% de hospedaje y en la mayoría de casos una o dos comidas al día.

Y los beneficios aumentan de acuerdo al tipo de voluntariado que escojas. Mayormente encontrarás en Worldpackers intercambio de trabajo en hostels a nivel mundial, pero también hay proyectos ecológicos o sociales disponibles.

Si lo que eliges es ayudar en un hostel, no solo ahorrarás en alimento y hospedaje, sino que muchos también ofrecen lavandería gratuita, descuentos en fiestas, tours y bebidas. Así que el ahorro es garantizado.

Si deseas saber cómo funciona Worldpackers te recomiendo ver este video.

Aprendizaje:

Otra de las razones por las cuales escojo esta forma de viaje es para aprender. Saber cómo comunicarte y atender a un turista en una recepción, ayudar en el mantenimiento y limpieza de un lugar, desarrollar habilidades para animar y motivar a otros en un paseo turístico o en la promoción de una fiesta, etc.

Personalmente he disfrutado mucho tener el tiempo que el voluntariado me ha otorgado para perfeccionar habilidadescomo la cocina. En el trajín de tu vida normal, no siempre te das el tiempo para desarrollar todo lo que te gustaría aprender, pero el voluntariado sí te lo permite y créeme que es algo que se agradece.

Y si hablamos de colaborar en proyectos ecológicos o deimpacto social, pues el conocimiento es mucho mayor. El tiempo que tu dedicas a un proyecto en una granja ecológica, por poner un ejemplo, no solo se te devuelve con el hospedaje y la alimentación, sino también en conocimiento que de otra forma no podrías haber adquirido.

Conozco gente que ha aprendido apicultura, a cómo sembrar y tener su propio huerto, construir casas con elementos reciclables, cómo fabricar tu propio desodorante, jabón, shampoo, etc. Yo mismo puedo decir que he tenido la experiencia de enseñar inglés a niños en las costas brasileras de Ubatuba. Y haber tenido la posibilidad de armar un taller para esos niños, luego llevarlo a cabo y ver si mi plan tuvo resultado fue una experiencia increíble. Recompensada claro cuando al final del día ellos se van con una sonrisa y un pequeño aporte en su formación como personas.

Aprender o reforzar un idioma:

Si te gustan los idiomas, otra razón más. Los hostels son como mini sucursales por donde va y viene gente de todo el mundo. Así que si lo que quieres es prácticar otras lenguas, viene súper bien.

Escucha este Podcast sobre cómo puedes aprender idiomas haciendo un voluntariado.

Nuevas amistades:

¿Eres de los que les gusta hacer amigos? No he encontrado otra forma de conocer gente nueva con tanta frecuencia como en los voluntariados. Hay relaciones de días, de semanas, pero también de años con gente con la que no necesariamente compartes mucho tiempo, pero sí de manera intensa y eso te lleva a mantener la relación incluso aunque ya no se vean más físicamente.

¿Aún no te he convencido? Sigue leyendo mis razones para viajar haciendo voluntariado

Conocer nuevas culturas:

Conocer la realidad de otras partes del mundo, su cultura o su forma de pensar es algo inevitable mientras viajas haciendo voluntariado. Desde la realidad política de países vecinos o muy lejanos hasta detalles insignificantes sobre los distintos nombres de una sola cosa dependiendo del país. Las palomitas de maíz, por ejemplo: pipoca en Brasil y Bolivia, cabritas o palomitas en Chile, crispetas o palomitas en Colombia, canguil en Ecuador, Poporopo en Guatemala, canchita en Perú, pop en Uruguay, cotufas en Venezuela y Pochoclo, pororó, pururú y ancua en Argentina.

Hacer algo productivo mientras viajas:

Y así como los distintos nombres de las palomitas son divertidos, es igual o más divertido dar algo de tu tiempo viajando. No sé qué hubiera hecho la cantidad de meses viajando sin tener ninguna tarea que hacer. Puedo estar un fin de semana vagando, sin mover un dedo, pero ¿Dos semanas? ¿Diez semanas? ¿Cuatro meses? ¿Dos años sin hacer nada? Claro, pueden decirme que están viajando, no están sin hacer nada. Pero también es cierto que no todos los días uno va a conocer un lugar nuevo, hay días en tu viaje que son iguales, uno tras otro. Y ser parte de un proyecto, tener una tarea diaria que cumplir, poder aportar en algo con tu conocimiento y recibir a cambio algo nuevo, gratitud, confianza, alegría, reconocimiento, son extras que contribuyen muchísimo a la maravillosa experiencia que es viajar.

Aprender a convivir:

Si nunca tuviste la oportunidad de vivir fuera de la casa de tus padres, una razón más. Los voluntariados te entrenan maravillosamente en el arte de convivir. Y si ya tenías la experiencia de compartir la casa con uno o dos compañeros de piso, aquí la experiencia se multiplica por diez. Aprendes a tolerar, compartir, colaborar, respetar el espacio propio y ajeno, y un sinnúmero de pequeñas cosas que la vida diaria te brinda cuando tu familia ya no es de dos, tres o seis personas, sino de diez, doce o incluso en algunos casos, casi treinta voluntarios.

Sin contar con las personas que no son parte del staff, sino simples huéspedes o gente que conocerás en el día a día de tu estadía del lugar que escojas. Recordaré siempre nombres extraños como Burix, un bioquímico cuarentón que me regaló relatos fantásticos sobre su vida o Airton, un camionero que hasta el día de hoy me manda uno que otro mensaje por whatsapp. Y también a las personas cuyo nombre no recuerdo pero que se me quedarán grabadas para siempre. Como la señora que me invitó a comer a su restaurante sin pedirme una sola moneda entra la frontera de Chile y Argentina, el ciego que me ayudó a completar el pasaje de regreso a Córdoba cuando me había quedado sin efectivo o la media docena de personas que han pasado por el hostel y han terminado ofreciéndome sus casas para cuando llegue a sus ciudades, ofrecimiento que de vez en cuando he podido hacer efectivo.

Te olvidas de los prejuicios:

Y, por último, pero no menos importante, la tonelada deprejuicios de la que te deshaces al viajar y tener relación con gente tan diversa y distinta. Llegas a comprender que el mundo no es tan malo, feo, mezquino, peligroso y violento como el que ves a diario en las noticias. Las sonrisas son más frecuentes que los desplantes, la amabilidad y las ganas de involucrarse en tus problemas haciéndolos suyos es más común que la mirada fría e indiferente del que te pasa rápido y sin verte.

Las toneladas de humanidad que puedes estar a punto de experimentar si te decides a coger tu mochila, maleta o bolsa y simplemente le das una oportunidad a la experiencia de viajar y compartir lo que puedes dar a través de algúnprograma de voluntariado es maravilloso.

Muchas otras razones para viajar haciendo voluntariado...

Se me quedan en el tintero (forma romántica de decirlo ya que no escribo a mano) los aromas, la comida, la música, los maravillosos acentos, las conversaciones trascendentales y las que no lo son tanto, pero igual de memorables y divertidas, las nuevas formas de doblar ropa de cama, ideologías, creencias, las distintas formas de combatir la resaca luego de una noche llena de fiesta y alcohol, en fin… creo que lo mejor será dejar de enumerar y esperar a que cada uno haga su propia lista delporqué viajar haciendo voluntariado es una gran experiencia.

Gracias a la plataforma de Worldpackers puedes encontrar cientos de oportunidades para viajar haciendo voluntariados en todo el mundo.

Fuente: https://www.worldpackers.com/es/articles/razones-para-viajar-haciendo-voluntariado

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